Telefónica, uno de los inversores involucrados en la última ronda de financiación de la startup Cyanogen presenta su propuesta con Android, pero sin Google en pos de obtener mayor control de los servicios que puede ofrecer a sus abonados de red inalámbrica.
Las operadoras siempre han alzado la voz ante su perdida de control sobre las herramientas y servicios que usan los consumidores en sus dispositivos móviles.
Los datos pertenecen a las empresas de servicios, no a las operadoras. Alierta es una de las caras visibles de dicha guerra que plantean argumentos como la imposibilidad de portar los datos entre sistemas operativos o la inclusión de servicios por defecto dependiendo de las plataformas.
Los smartphones, según sus declaraciones, no son neutrales, controlan los servicios y no se enfrentan a la regularización a la que las operadoras sí que tienen que atenerse.
Lo que en verdad quieren es, sobre todo, tener el control de los servicios. Algo que, de momento, no tienen ni operadoras ni fabricantes, sino Google y Apple.
¿Libertad o cambio de poder?
Para cambiar esto decidieron intentar crear una plataforma en la que pudieran tomar mayor libertad y control en lo que ofrecen al abonado con Firefox OS. El problema, además de carecer de Whatsapp, es que los usuarios quieren Android. El 90% de los usuarios de smartphone en España usa Android.
Telefónica aboga por un Android más libre, un Android que puedan controlar
Cyanogen es un sistema operativo basado en Android cuya principal diferencia es no incluir los servicios de Google por defecto. Justo lo que quieren las operadoras y empresas como Microsoft, para incluir ellos su oferta. Por eso invierten y apuestan por Cyanogen. Es la búsqueda por generar ingresos y aportar valor añadido a través del software.
Francisco Montalvo, director de la Unidad Global de Terminales de Telefónica SA en declaraciones para Hipertextual, aseguró que los motivos de la inversión de Teléfonica son los mismos que los del resto de inversores de aquella ronda: apoyar un Android más abierto.
"Android es un sistema operativo abierto, pero bajo las directrices y los servicios cerrados de Google." dice Montalvo, "Telefónica defiende un Internet más abierto. Google obtiene un gran número de usuarios que usan sus servicios debido a su instalación por defecto y, en muchos casos, la dificultad que tienen los usuarios para usar alternativas."
Dentro del sistema operativo que ofrece Cyanogen junto a Movistar no percibimos grandes añadidos ni sustituciones de servicios. Tal vez esperen a ver cómo se desarrolla la estrategia para comenzar a cerrar acuerdos y preinstalar otros servicios. Sólo se ha sustituido Gmail por Boxer como cliente de email por defecto.
Entre los añadidos que incluye Cyanogen a diferencia del Android de Google, encontramos herramientas de control de brillo, identificador de llamadas y ajustes de temas para personalizar el terminal.
Pero esta primera versión del terminal incluye la suite de servicios de Google, como la Play Store. ¿Será así en las próximas versiones de tener éxito?
bq era el aliado obvio
Faltaba el hardware. ¿Quién mejor que bq?
El primer smartphone con Cyanogen será el último modelo de bq, el Aquaris X5. Es un terminal construido en aluminio, con conectividad 4G y buenas especificaciones de gama media.
Sus especificaciones:
- Pantalla: IPS 5 pulgadas
- Resolución: 720p
- Procesador: Snapdragon 412
- GPU: Adreno 306
- Memoria RAM: 2 GB
- Almacenamiento: 16 GB + microSD
- Conectividad: 4G
- Cámara: 13 MP / 5 MP con flash frontal
- Batería: 2.900 mAh
Los primeros terminales con Cyanogen OS empezarán a comercializarse en España hoy mismo y llegarán en las próximas semanas a Alemania y a Reino Unido. A lo largo de 2016, Telefónica llevará estos dispositivos al resto de países en los que opera.
El primero de ellos será el bq Aquaris X5, que se podrá adquirir en las tiendas de Movistar a partir del 11 de noviembre por 209 euros.