Telefónica quiere mayor control de su oferta convergente y de contenidos, para ello empleará TV de diseño propio con decodificador integrado. Eso sí, con algunas... restricciones.
La multinacional pretende abordar sus aspiraciones en la guerra de contenidos multimedia a través de la fidelización de los clientes por los servicios y, ahora, por el hardware.
Fuentes de la operadora reconocieron a Sabemos que, para la campaña navideña veremos a miles de consumidores con un televisor marca Movistar en sus casas.
Los TV están fabricados por Vestel y estarán diseñados por Telefónica España, tal y como ya hicieron con su router todo en uno.
Controlar la TV, atar al cliente
El presumible objetivo de la operadora es controlar un apartado más de su oferta convergente. De esta forma lo podrán usar como incentivo para nuevas altas, retener a abonados o expandir las funciones del ecosistema de servicios.
Movistar pretende meter en tu casa un TV sin HDMI en 2015
Claro está, no todo el monte es oregano y estos TV tienen como mayor propósito atar al cliente. El TV sólo funcionará a través del servicio de fibra óptica de Movistar y ni si quiera tiene HDMI.
Cuando las operadoras agravian la falta de neutralidad del móvil lo que en verdad están pidiendo es control sobre ellos, sobre los servicios que incluyen y sobre los datos de los clientes. En los televisores pasa lo mismo, pero regalándolo o alquilándolo a precios muy bajos la operadora creerá que es factible tomar el control de ese dispositivo.
Transformar un televisor neutral en algo esclavo de la oferta de la operadora. En declaraciones a Sabemos sobre la descabellada idea de no incluir HDMI, las fuentes de Telefónica subrayaron la no aspiración a que sea el único televisor de la casa, sino una solución que pueda satisfacer la necesidad de muchos de sus abonados como televisor secundario en la cocina o el dormitorio.
Las operadoras siguen en su cruzada por atraer y retener clientes a través de maneras variopintas, mientras las empresas de contenidos y de hardware se centran en la experiencia de usuario.
Usuarios que a cambio de un servicio reciben un TV al que no puedes conectar una consola, ni un Chromecast, ni un Apple TV. No puedes hacer nada que no te deje Movistar, y si te vas el TV quedará inútil.
Nadie quiere un TV esclavo de un servicio, menos aún si presumes de antemano que el usuario se irá y va a usar el TV a través de la entrada HDMI.